¡Buenos días a las 10! La croqueta se levanta muy mosqueado con los vecinos de al lado. Unos españoles, como no, y novatos en esto de la vida camper. En primer lugar, estando el área de autocaravanas prácticamente vacío se nos aparcan al lado y acto seguido el niño de la familia se pone a jugar con la pelota y una pala de playa, no siendo suficiente, la iluminada de la madre sale a completar la jugada con la sartén, usándola como pala de playa. La croqueta se enfada mucho más y dice que pongamos el repertorio de la venganza (música no apta para todos los públicos para echar a vecinos molestos).

Durante la ruta del Río Cerezuelo

Procedemos a ordenar la furgo, desayunamos, nos aseamos y ponemos nuestros pies rumbo a la ruta del río Cerezuelo y la Cascada de la Malena (en contra de mi voluntad). Esto tiene su explicación, subíamos hacia la cascada que no tenía fin cuando nos encontramos a unos senderistas que nos comentan que se habían dado la vuelta porque no escuchaban agua. El señor me dice, ¡da gracias que hombres como este no los hay ya! Hasta ahí yo estoy de acuerdo con el señor, pero no con la idea de seguir ese sendero de desnivel hacia una cascada que no llevaría agua. A pesar de estar de vacaciones, la croqueta decidió fundirme. Llegamos a la conocida Cascada de la Malena, ya veréis en las imágenes la cantidad de agua que llevaba, ¡vais a flipar!¡ni las del Niágara!

Cascada de La Malena casi sin agua

No quedándose a gusto decide ir al Castillo de las 5 Esquinas, es muy poco dice… ¡Ganas de llorar! El Castillo del Infierno se debería de llamar, menudo desnivel y resquemor de cuádriceps. No subáis, es una tortura innecesaria para llegar a un castillo minado de conguitos de cabra. He de decir que las vistas eran buenas, pero lo demás, todo un regalo para tus rodillas.

Interior del Castillo de las Cinco Esquinas
Vistas desde el Castillo de las Cinco Esquinas

Parecía que todo llegaba a su fin cuando llegamos de vuelta al pueblo, pero ahí no queda la cosa, nos inventamos una nueva ruta llamada «La ruta de los supermercados cerrados de Cazorla», una visita la mar de interesante. Todo un fracaso.

Por fin llegamos a la furgo ¡oe oe oe!, una buena ducha, mucho amor y a romper con el ayuno intermitente. La croqueta lleva unos días torpecillo… se dispone a calentar la tortilla de patatas en el hornillo y en una de estas… ¡fuego! ¡una servilleta ardiendo dentro de la furgo! Vaya susto nos ha dado este mozuelo. Si es que esta juventud…

Para cerrar este día tan intenso, abrimos la cama para disfrutar de la reproducción de imágenes y videos grabados en el día de hoy, vasito de leche con galletas, unos mimos de buenas noches y a dormir.

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