Nos despertamos en el polígono industrial donde nos hemos quedado a dormir después del concierto de «El Barrio» que disfrutamos ayer. A pesar del sitio hemos pasado una buena noche y muy tranquilos. Es domingo y la zona está bastante tranquila aunque de vez en cuando pasa algún coche.

Hemos dormido en un polígono industrial

Tras desperezarnos y tomarnos un cafelito nos vamos para El Palo. Está todo a tope y nos ponemos a buscar aparcamiento. Llevamos un coche delante que también va buscando. Por suerte, vemos a una mujer que está montada en el coche, le pregunto y sí, se va. ¡Hemos triunfado! Además hemos aparcado muy cerquita.

Nos vamos a dar un paseo por la playa. Ana quiere hacer pipí así que buscamos unos baños públicos de la playa. Son de esos que se higienizan solos, y tienen una luz en la puerta que se pone roja mientras está ocupado o higienizándose y verde una vez que se puede utilizar. La luz del baño de mujeres está en rojo así que esperamos en la puerta hasta que se pone verde, pero la puerta sigue bloqueada. Ana intenta abrirla y entonces escuchamos la voz de un hombre diciendo que está ocupado. Seguimos esperando y se le escucha hablar, como si estuviera hablando por teléfono. Tras varios minutos más se abre la puerta y sale un yonqui del baño así que Ana decide finalmente no entrar.

Paseo de El Palo – Málaga (Cotorra volando incluida)

Como se estaba orinando decidimos sentarnos en alguna terracita para que pueda entrar al baño y ya de paso comer algo. En El Palo se come muy buen pescado y además a muy muy buen precio. Cuatro cervezas, una ración de calamares, una de gambas al pil-pil, dos espetos de sardinas, dos cafés y una tarta de tres chocolates, todo por 32,60€. ¡Así da gusto!

Después de comer nos vamos a la playa de perros de la Cala del Moral para que Scooby pueda disfrutar también un rato. Hace buena temperatura y se está muy bien. Scooby, como no, hace de las suyas. Teniendo todo el espacio del mundo en la playa va y se mea en la toalla de un hombre. Menos mal que dijo que era de la perra y no se lo tomó a mal.

Cuando empezó a refrescar recogimos las cosas y nos fuimos para la furgo para poner rumbo a casa. Esta noche dormimos allí para preparar algunas cosas más y mañana salimos para Cabo de Gata a echar la semana allí.

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